Manillares

Como sucede con muchos de los componentes de ciclismo, no existe el mejor manillar para bicicleta de carretera. Sin embargo, sí que existe el mejor para ti. Eso dependerá de muchas cosas: el estilo de montar, tu fisonomía, gustos, presupuesto…

FORMA

Los manillares de carretera tienen una forma peculiar que básicamente definiremos en cuatro partes.

• Barra horizontal. Es la parte horizontal del manillar y la más larga. Determina la anchura del mismo. Un manillar estrecho nos hará adoptar una postura más aerodinámica, aunque limita el control. Por contra, un manillar demasiado ancho podrá romper el flujo del aire, así como limitar la capacidad de oscilación  de nuestro cuerpo en el pedaleo.
• Rampa. Se trata de la curva que desciende. Es justo ahí donde vamos a montar los pulsadores o manetas de freno y de cambio. Nos apoyaremos en ella sobre todo en los ascensos. La inclinación de la rampa condiciona el resto de la forma.
• Gancho. Como su nombre indica, es la parte curva que da el retroceso del manillar. Nos apoyaremos en ella para una posición más aerodinámica, sobre todo en descensos.
• Caída. Es la parte del tubo que se allana y se coloca en dirección hacia atrás.

La rampa y el gancho determinarán el alcance o reach de la bicicleta, un dato crucial para poder analizar nuestra posición de nuestro cuerpo.

MATERIAL

Hay que tener en cuenta que, cuando hablamos de ciclismo de carretera, el peso es un factor más que importante. Un manillar de fibra de carbono nos ayudará a reducir el peso e incrementar el rendimiento, así como absorber un poco mejor las vibraciones. Por contra, aluminio es el material por excelencia, de peso medio y muy fiable.

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