Un portaequipajes es un accesorio en forma de L que se acopla a la bicicleta mediante un sistema de sujeción. De esta forma, podremos incorporar alforjas, bolsas, sillas portabebés (o sillas para bebés) y otros elementos que nos facilitarán la manera de ir en bici.
En función de cómo sea el cuadro de nuestra bicicleta escogeremos un tipo u otro de portaequipajes.
Para cuadros con ojos en los tirantes y en la rueda, utilizaremos los portaequipajes clásicos. Se atornillan precisamente en esos ojos. Son los más fiables y los que aguantan más peso.
Para cuadros que solo tienen ojos en los tirantes, utilizaremos los portaequipajes de rueda trasera. Estos se atornillan en los tirantes y se apoyan sobre el eje de la rueda, haciendo presión contra el cuadro.
Para cuadros que no tienen ojos, utilizaremos los portaequipajes de tija. Son los que se aguantan en la tija del sillín y se aguantan solo por un extremo. De ellos solo podremos colgar alforjas ligeras, ya que no suelen aguantar más de 10kg.
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